miércoles, 18 de noviembre de 2009

Anuncios de revolución

Anuncios de Revolución

Juan Meléndez de la Cruz

Los primeros grandes movimientos que preludiaron la revolución y fueron portadores del descontento nacional no partieron del campesinado sino del proletariado. El capitalismo al desarrollar concentraciones urbanas industriales, ferrocarriles, un ejército nacional basado en la leva (de donde los campesinos reclutados por la fuerza regresaban a sus pueblos con rudimentos de conocimientos militares modernos), fue dando los elementos para que la nueva rebelión agraria no se descargara en simples y dispersas revueltas campesinas, sino en una revolución a escala nacional.

En la primera década del siglo XX fueron grandes huelgas obreras, y no levantamientos campesinos locales, las que concentraron el descontento nacional y expresaron en centros de poder económico la inquietud social difusa de las masas del país.

Tres importantes huelgas ferrocarrileras, en 1903, 1906 y 1908, tuvieron uno de sus focos principales en San Luis Potosí, con ramificaciones en Nuevo León la primera y además en Aguascalientes y Chihuahua la de 1906. Los ferrocarrileros contaban ya por entonces con organizaciones sindicales de una rama industrial en sostenido crecimiento desde dos decenios antes cuando menos. Pero fueron los mineros y textiles quienes, en respuesta a la represión, anunciaron con las formas insurreccionales de sus huelgas las tormentas que se aproximaban: como suele suceder, los modos de la dominación estaban moldeando los modos de la rebelión.

El 1º de junio de 1906 los mineros de Cananea, mina de cobre del norte de Sonora explotada por una empresa estadounidense, se declararon en huelga exigiendo la destitución de un mayordomo, un salario mínimo de 5 pesos por ocho horas de trabajo, trato respetuoso y que en todas las tareas se ocupara, en igualdad de aptitudes, un 75% de personal mexicano y un 25% extranjero. 5,300 obreros salieron en manifestación, los agentes de la empresa los atacaron y mataron a un minero. Los obreros respondieron y mataron a agentes de la empresa. Las tropas del estado, apoyadas por un batallón de rangers que cruzó la frontera llamados por el gobernador reprimieron a los huelguistas. Sus dirigentes

Fueron condenados a largos años de cárcel, de donde los sacaría la revolución. Entre ellos estaban dos futuros oficiales de los ejércitos revolucionarios, Esteban Baca Calderón y Manuel M. Diéguez.

Siete meses después estalló la segunda gran huelga que anunciaba el ocaso de la dictadura. A mediados de 1906 los obreros textiles de Río Blanco, Veracruz organizaron el Gran Círculo de Obreros Libres, formándose similares en Puebla, Querétaro, Jalisco, Oaxaca y el Distrito Federal. Las asociaciones patronales encabezadas por el Centro Industrial de Puebla prohibieron toda organización obrera bajo pena de despido. Los trabajadores respondieron con paros y huelgas en defensa de ese derecho. El 14 de diciembre la dirección obrera pidió la intervención del presidente Porfirio Díaz, quien el 5 de enero de 1907 dio a conocer un laudo que negaba el derecho de organización a los trabajadores y ordenaba la reanudación de labores. El 7 de enero los obreros de Río Blanco marcharon sobre Orizaba, el ejército los esperó emboscado tras una curva del camino y abrió fuego a discreción. Hubo cientos de muertos y heridos. El 8 de enero Rafael Moreno y Manuel Juárez, presidente y secretario del Gran Círculo de Obreros Libres, fueron fusilados frente a los escombros de la tienda de raya de Río Blanco.

Estas huelgas significaron una ruptura con el pasado inmediato caracterizado por el mutualismo sindical. En ambos casos, aún por reivindicaciones económicas, los mineros y textileros utilizaron la acción directa y, sin existir el derecho de huelga, las estallaron.

La cinta “Francisco I. Madero. Místico de la libertad” será proyectada por el cineclub “Oro negro” del FLS de la Sección 10 el viernes 6 de noviembre a las 19 horas en el auditorio de la sucursal transportes de la Sociedad Cooperativa de Producción del Frente Liberal sindicalista, situado en la calzada de los Petroleros s/n, (a un lado de la delegación de tránsito) colonia Petrolera de Minatitlán. La entrada es libre y para todo público.

Pies de foto:

Mina de Cananea

Obreros a la huelga

Planta textil de Río blanco

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