lunes, 13 de abril de 2009

Una película sobre mi pueblo

Hace unos días, platicando con una amiga, me cometó que su hija, que estudia en la capital del estado, le expresó que no piensa regresar a Minatitlán, que se va a ir cada vez más lejos y que ni crea que va a volver por acá. Le respondí que son formas de ver la vida, que yo, desde que salí de adolescente de Mina, siempre pensé en regresar, que para mí, mi ciudad natal es una gran ciudad.

Por la refinería, por el río Coatzacoalcos, por los chinos, los tecos, chilapas, leños, jeromeños, libaneses y muchos más (y que cada grupo tiene múltiples historias que contar) que espero me perdonen por no anotarlos; por los pantanos, las graveras; porque estamos en la cintura del país, el Istmo, porque somos un pueblo de cruce cultural, porque estamos en el trópico húmedo y tenemos (¿o teníamos?) una vegetación exuberante, y fauna también, por los lagartos que algún día se asolearon en la ribera y manatíes que se ocultaron en los manglares, porque fuimos el municipio más grande del estado y por muchas cosas más, Minatitlán representa mucho para quien esto escribe.

Por mis maestras del kínder: Chela en el piano, Modesta, Velia, de quien me enamoré y me quedé los tres años con ella pues mi mamá se llevaba con Doña Tencha, la directora (y esas podían hacerse en esa época). Por mis maestros de la “Mi Patria”: Ofelia, la maestra Salud (de cuyo nombre no me acuerdo), del maestro Meño, de Alejandro (a quien sus alumnas que lo admiraban le pusieron Paris, por guapo). Por los maestros de la secundaria “Mina”: El Dr. Pineda (que ejerció hasta sus 90 años) y que le decíamos el viui y que hasta después supe que era por un carro Buick que tenía, Chicharrón, Poca Luz y todos los demás.

Por las luchas sindicales, porque aquí empezó la petroquímica, por el brote revolucionario de 1906 encabezado en Minatitlán por Enrique Novoa y el negro Cristobal de Capoacán, por la lucha contra los franceses en 1863 (y si no, que me corrija Florentino). Por los personajes de la ciudad: Pedro Loco, El Pollo frito, el loco Uscanga manejando su auto imaginario, El suegro (que se enojaba y mentaba madres cuando le gritaban así en la calle)... sé que faltan, ustedes los pueden anotar.

Pues bien, si ustedes pudieran realizar una película sobre su ciudad natal, seguramente que sería una bella película, con lo mejor de sus recuerdos, con las imágenes más bellas que estuvieran en su memoria. Y eso es lo que hace Federico Fellini en la cinta “Amarcord” que el cine club “Oro negro” del Frente Liberal Sindicalista de la Sección 10 del STPRM proyectará el viernes 17 de abril. Como habla el despertar de la sexualidad, es para adolescentes y adultos, la primera con esta clasificación en el cineclub “Oro negro”.


Pies de foto:

01-El narrador

02- Los maestros.

03- “Gradisca” la bonita del pueblo

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