viernes, 3 de abril de 2009

Zapata y el Plan de Ayala

La lucha de Zapata era por la tierra. El primer objetivo campesino era la recuperación de la tierra de los ejidos: la lucha se presentaba como una continuación natural de la que venían llevando desde mucho tiempo atrás amparados en la legalidad de sus títulos comunales.

El impulso que se expresó en la revolución era más amplio, era una insurrección contra todas las formas de opresión, represión, despojo y explotación derivadas del desarrollo capitalista.

Tras de la llegada de Madero al Gobierno, se veía clara la intención de éste de desarmar al movimiento campesino y negociar con Díaz. Tres semanas después de la llegada de Madero a la Presidencia, Zapata y Otilio Montaño redactaron el Plan de Ayala firmado el 28 de noviembre de 1911, buscaba ser el programa político de la Revolución campesina, y de hecho en Cuernavaca, Morelos, Chilpancingo y Guerrero se llevó a cabo.

El Plan de Ayala desconoce a Madero como Presidente de la República, lo declara traidor de la revolución y llama a su derrocamiento. Esto debido a los tratos con Porfirio Díaz y porque no cumple la promesa hacia los campesinos de repartir las tierras. Plantea que los campesinos que hayan sido despojados de sus tierras, las recuperen y, lo más importante: la expropiación de los bienes de los terratenientes y los enemigos de la revolución.

El Plan de Ayala en los hechos se vio reflejado en la expropiación de los ingenios azucareros, puestos bajo control de los ejércitos campesinos y trabajadores agrícolas. En la profundización de la revolución en Morelos, el Ejercito Libertador del Sur controlaba toda la zona y a la cabeza estaba Zapata. En lo que fue conocido como la “Comuna de Morelos”, los campesinos tomaron las tierras, las cultivaron y las defendieron.

El plan establecía una dualidad de poder, pero no oponía la perspectiva de otro poder estatal, la visión campesina era incapaz de ir más allá, generalizar al nivel nacional y social y dar una salida a la nación insurrecta. Y la clase obrera urbana carecía de dirección política propia y de organismos independientes.

Mientras ascendía la Revolución, el Plan de Ayala fue la base política de la dualidad de poderes territorial establecida por el zapatismo y del poder campesino en Morelos, que dictó leyes y tomo medidas de gobierno sobre sanidad, comunicaciones, abastecimiento, así como acuñó moneda de metal, los pesos zapatatistas.

Pero ya en la etapa de descenso de la actividad revolucionaria, sin una perspectiva nacional, quedando aislada poco a poco, la revolución zapatista estaba condenada y el asesinato de Emiliano Zapata cerró el ciclo de ascenso, auge y declinación de la insurrección campesina.

Existen más aspectos a conocer y discutir sobre la vida de Emiliano Zapata, sus planteamientos, influencia en la lucha y estos serán abordados el viernes 3 de abril a las 19 horas en el auditorio de Transportes del FLS, Calzada de los Petroleros s/n, col. Petrolera (A un lado de la delegación de Tránsito) en que el cineclub “Oro negro” del Frente Liberal sindicalista de la Sección 10 del STPRM proyecte el documental “Emiliano Zapata, el amor a la tierra”. ENTRADA LIBRE y para todo público.

Pies de foto:

090- Campesinos zapatistas

0116- Maquinaria de los ingenios

117- La firma del Plan.

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