lunes, 20 de julio de 2009

Entre el deber y la familia


A fines del siglo XVIII, por 1757 Inglaterra y Francia se disputan las tierras de Estados Unidos. Los ejércitos de ambas potencias combaten y para tratar de alcanzar la victoria establecen alianzas con las tribus nativas del continente americano.


Por medio de sus oficiales, “invitan” a los pobladores a enrolarse en su milicia y cuando ellos preguntan ¿Qué pasará si atacan (las tribus rivales) a nuestras familias? ¿Se nos dará permiso para tratar de protegerlos? Los oficiales ingleses responden: Su Majestad no tendrá inconveniente.


Con esa promesa, los nativos se enrolan y luchan del lado inglés defendiendo el fuerte William Henry asediado por la artillería francesa y sus aliados. Estando allí son enterados por Nathaniel (Daniel Day-Lewis) que un grupo de guerreros rivales han atacado a las cabañas y a sus moradores, asesinando a varios. Ante eso, los ahora milicianos solicitan al Coronel Munro, jefe de las tropas inglesas, el permiso para tratar de defender a sus familias.


Munro desestima la información y con el mayor Duncan Heyward (Steve Waddington) comenta que, esos asuntos de familia deben subordinarse a los intereses de la corona. Dice que necesita a los soldados para proteger el fuerte. Los milicianos señalan que la defensa depende de que lleguen refuerzos, no de su permanencia; reclaman e interrogan si ya no existe el imperio de la palabra inglesa espetando ¿ha sido reemplazada por una tiranía? En esa discusión, finalmente Munro impone su autoridad puntualizando que solo a él le corresponde evaluar la situación militar corriendo airadamente a los milicianos, no sin antes amenazar claramente que ¡Aquél que se escape será fusilado por deserción!


Los milicianos se ven enfrentados entonces al dilema de cumplir con su deber, con su compromiso de defender los intereses de la corona inglesa y dejar a sus familias desprotegidas o al contrario. Discuten entre ellos y un miliciano argumenta: Si ellos desobedecen su ley cuando y como lo desean… nosotros no tenemos que respetar su autoridad.


Algunos deciden quedarse y los que deciden salir son ayudados por Nathaniel para abandonar el fuerte. Al enterarse el Coronel Munro ordena que lo apresen, lo que implica que será juzgado y colgado por sedición (Desobedecer a un superior). El coronel es inflexible, no obstante que sabe que el acusado salvó la vida de sus hijas en una emboscada que Magua y sus guerreros hurones les tendieron cuando se dirigían al fuerte.

¿Qué pasará con Nathaniel? Pueden saberlo acompañándonos al cineclub.


La cinta “El último de los mohicanos” será proyectada por el cineclub “Oro negro” del FLS de la Sección 10 el viernes 3 de julio a las 19 horas en el auditorio de la sucursal transportes de la Sociedad Cooperativa de Producción del Frente Liberal sindicalista, situado en la calzada de los Petroleros s/n, (a un lado de la delegación de tránsito) colonia Petrolera de Minatitlán. La entrada es libre y para todo público.


Pies de foto:

- ¡Aquél que escape…!

- Invitando a enrolarse

- La milicia se queda…

- La suerte del fuerte…

No hay comentarios:

Publicar un comentario