jueves, 1 de octubre de 2009

Entre opulencia y miseria


Un grito por una sociedad más justa

Juan Meléndez de la Cruz

Ciudad de México. En uno de sus barrios más marginales, entre opulencia y miseria, y viviendo en una sociedad llena de desigualdades e injusticias, una pandilla de muchachos, de niños delincuentes encuentran en la violencia la felicidad efímera, pero sus corazones gritan por un sistema más justo e igualitario, donde se desarrolle la paz social y una convivencia más humana.

Los olvidados se ubica en la última etapa de la llamada época de oro del cine mexicano, el cual conjunta valores nacionales e internacionales de la cinematografía como: el neorrealismo italiano, el documentalismo inglés, el realismo poético y el surrealismo galo, y la gran tradición artística hispana. Su influencia también alcanza a diversos movimientos cinematográficos de estilo realista como el nuevo cine latinoamericano, la nueva ola francesa, al cineasta hindú Satyajit Ray, a los italianos Pier Paolo Pasolini y Paolo y Vittorio Taviani y al español Carlos Saura.

De tema polémico (la miseria urbana como la otra cara del llamado auge económico mexicano, la denuncia de un sistema correccional que no rehabilita, los niños de la calle convertidos en delincuentes ante la falta de perspectivas en un entorno nada promisorio), la película significó una inversión arriesgada en México (450 mil pesos).

Los olvidados se estrenó en el “Cinema México” de México D.F. el 9 de noviembre de 1950, y provocó un rechazo casi unánime de crítica y público, por lo que –en este “primer” estreno– fue retirada a los cuatro días. Oscar Dancigers –el productor y amigo de Buñuel– no se atrevió a asistir a la sesión, temiendo la airada respuesta del público. Tampoco acudieron los actores, ni siquiera otros amigos y colaboradores cercanos.

Filmada en los barrios pobres densamente poblados de la ciudad de México en plena etapa de modernización, aquel estreno sólo se mantuvo durante una semana a causa de las virulentas reacciones de diversos sindicatos y asociaciones conservadoras diversas, que acusaban al filme de mostrar una falsa imagen de la realidad mexicana.

En el Festival de Cannes de 1951, Buñuel recibe el premio como mejor director, así, Los olvidados regresa a México, y se reestrena en el Cine Prado con exitoso consenso de público y crítica. La Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de México, la distingue con once premios Ariel, incluidos el de la mejor película y el mejor director.

Los olvidados se ha convertido en un mito para la historia del cine mundial, la crudeza de sus imágenes combinada con sus secuencias oníricas, muestran al mejor Buñuel de su etapa surrealista (El perro andaluz, 1928, La edad de oro, 1930) en su mejor momento de madurez artística y humana.

La cinta “Los olvidados” será proyectada por el cineclub “Oro negro” del FLS de la Sección 10 el viernes 09 de octubre a las 19 horas en el auditorio de la sucursal transportes de la Sociedad Cooperativa de Producción del Frente Liberal sindicalista, situado en la calzada de los Petroleros s/n, (a un lado de la delegación de tránsito) colonia Petrolera de Minatitlán. La entrada es libre y para todo público.

Pies de foto:

- “Picando” al toro

- Preparándose para embestir

- El “Pelón” y el “Cacarizo”

- Surrealismo en la cinta.

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