Juan Meléndez de la Cruz
Para ser plenamente humano, hay que vivir entre humanos y con los humanos, es decir, en sociedad. El grupo social debe estar a mi servicio, pero para que esto ocurra, yo debo servirla.
La sociedad es el lugar en el que nos desarrollamos y realizamos y, en el que, junto con los demás, buscamos alcanzar metas de interés común.
En el grupo social la familia ocupa un lugar destacado (Si la familia no forma, la escuela no educa, decimos los maestros) y en ella, la responsabilidad de su estabilidad y conservación depende fundamentalmente de los padres. Si las paredes y el techo del hogar son seguras, confiables, acogedoras, los hijos encontramos un ambiente favorable para desarrollarnos.
Estas son las ideas centrales de esta nota, el servicio a la comunidad y el papel de los padres y los aplico para hablar de mi padre, don Juan Meléndez Pacheco.
Este 14 de julio, don Juan cumplirá 93 años bien vividos. De mi padre he aprendido:
La responsabilidad. Cuando se iba de farra, mandaba un “propio” con el dinero correspondiente al gasto familiar. En uno de los incendios de la refinería, cuando otros salieron despavoridos, él se echó encima su “chompa” de Pemex y sus pasos se encaminaron a la entrada de la factoría para cumplir con su deber.
El respeto a las ideas de cada quien y particularmente de sus hijos. En la década de los 70’s en que los varones usamos el pelo largo, nunca nos obligó a que nos lo cortáramos, de hecho Víctor Manuel durante décadas fue identificado por su melena, por lo que le decían “El peludo” o el apodo que le heredé, “El mono”.
La perseverancia y la lealtad hacia su familia, amistades, a su partido, a él mismo, a su grupo el Frente Liberal Sindicalista.
El seis de mayo de 1935 es la fecha en que quedó de planta y en 1982 recibió su jubilación: 47 años al servicio de Petróleos Mexicanos.
Fundador del STPRM en 1935 y del FLS en 1942, cuando el Liberal ni era el grupo único, ni estaba en el poder, al que llegó en 1959 (17 años después de su fundación) precisamente cuando Juan Meléndez Pacheco era presidente de grupo.
Respetando su lealtad, cuando en 1982 a su jubilación (En el departamento de contaduría de aceites, mismo en el que firmó la planta) le fue negada la plaza que por derecho sindical le correspondía y a mí me tocaba, no me apresuré a demandar, para que él no terminara peleado con su organización ¿Tenía yo derecho como trabajador a pelear? R=SI, pero… como hijo ¿Debía pedirle a mi padre, que después de toda una vida de servicio hacia ella, terminara peleando con su organización? R=NO, afortunadamente, aquí estoy.
En los distintos puestos de representación en los que se desempeñó en el sindicato petrolero y en su partido, el Revolucionario Institucional cumplió con su responsabilidad, buscar el bienestar colectivo.
Un botón de muestra. Las obras que se realizaron siendo presidente municipal (1970-73) se hicieron con una visión de futuro y atendiendo a las necesidades de la colectividad. Se construyó el mercado Santa Clara” y también se terminó el “5 de febrero” iniciado por Héctor Luis Zarauz Fernández; junto con Sergio Martínez Mendoza se gestionó el terreno y se dejó listo el panteón municipal de la colonia Hidalgo y también se dejó preparado el rastro municipal (Que en ese tiempo era de los más modernos en el país) a más de 30 años esas obras permanecen; si bien en el caso de las dos últimas, los proyectos originales se pervirtieron.
Juan Meléndez Pacheco ha cumplido como padre, y ha sabido vivir en sociedad y lo fundamental, ha servido a su comunidad. Gracias a la generosidad de sus amigos, el miércoles 14 de julio, en honor de Don Juan se llevará a cabo un desayuno. Hay motivo para celebrar.
Pies de foto:
- Don Juan en su escritorio, en donde aún desempeña su servicio a la comunidad archivando los acontecimientos relevantes de su querida Minatitlán.