martes, 13 de julio de 2010

Humor y erotismo


Humor y erotismo

Juan Meléndez de la Cruz

Tin Tan supo entremezclar muy bien no sólo el humor con la pierna, sino con el melodrama y la aventura de carpa, una vertiente de la aventura que mezclaba el escapismo con el absurdismo, una parodia del género de aventuras y novelones clásicos sin deseos de verosimilitud rematado con canciones y bailes donde se mezcla el ritmo y la comedia en una carencia de pretensiones que le han dado una gloria fresca.

Nacido en México en 1915 pero criado en Ciudad Juárez desde 1927, esta ciudad tiene en Tin Tan a su más destacado ícono del siglo XX. Su fama trascendió fronteras, y durante la década de los 50 su cine era también muy popular en los circuitos de cine hispano de Estados Unidos, así como en España, donde hizo reír a toda la generación de la posguerra.

Tin Tan crece en Juárez y pronto comienza a frecuentar a los pachucos de la frontera, con quienes aprende inglés y de quienes adopta el uniforme estrafalario de éstos, que él asumiría como indumentaria cinematográfica en sus primeros films y convertiría en objeto de los ataques de diversos intelectuales, pero en objeto de los halagos de otros muchos. Su natural tendencia a la payasada histriónica, al humor juguetón y grosero, pero sin maldad, no sólo se convertirían en marcas de su estilo, sino que lo catapultarían al mundo de la farándula.

En 1934 comienza a trabajar en la estación de radio local XEJ como barrendero y chico de los recados; mientras arregla un micrófono estropeado, comienza a cantar y a proferir gracias sin darse cuenta de que el micrófono estaba conectado; el dueño de la estación, en vez de ponerle de patitas en la calle, le asciende a locutor y pronto se convierte en estrella de la radio. Años después, incorporado a la compañía de Jorge Maulmer y Paco Miller, se presenta con éxito en el DF, allí es descubierto por René Cardona y comienza una carrera cinematográfica compuesta en principio por pequeñas comparecencia fílmicas hasta su primer estelar en El hijo desobediente (1945), de Humberto Gómez Landero.

Su mejor cine pertenece al final de los años 40 y se mantiene como estrella durante toda la década siguiente, hasta que el inicio de la preponderancia del cine gringo, la sobrexplotación de su figura y el ánimo de lucro de los productores que produce un cine mexicano de baja calidad, fuerzan a Tin tan a protagonizar su decadencia artística, aunque no por ello vaya a desaparecer de las pantallas. Su chispa y su popularidad continuarán durante algunos años más.

Tin Tan no sólo era un buen actor de su propio personaje, sátira adelantada a su tiempo de una naturaleza que hoy llamaríamos bipolar, sino que es además un excelente bailarín y cantante. En las mejores películas del periodo de los años 50 alternará en sus películas con bellas bailarinas entre quienes destacaría Tongolele, una atractiva latina de origen estadounidense que se convertiría en tacos de ojo y fetiche para los espectadores masculinos de aquel público ciertamente ingenuo y familiar de los años 50.

La cinta “El rey del barrio” será proyectada por el cineclub “Oro negro” del FLS de la Sección 10 el viernes 18 de junio a las 19 horas en el auditorio de la sucursal transportes de la Sociedad Cooperativa de Producción del Frente Liberal Sindicalista, situado en la calzada de los Petroleros s/n, (a un lado de la delegación de tránsito) colonia Petrolera de Minatitlán. La entrada es libre y para todo público. Desde las 18.30 pasaremos fragmentos del documental “Ni muy, muy… ni tan tan, simplemente… Tin tan”.

Pies de foto:

- Con Silvia Pinal.

- Tin tan en el rey del barrio

- Yolanda Montes. Tongolele



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