El peor insulto
Juan Meléndez de la Cruz
Hoy, el peor insulto es decirle a una gorda que lo está. Las respuestas a esto van desde un rechazo rabioso, pasando por varias justificaciones, cruzando en algunos casos por una aceptación resignada, hasta llegar a tímidos deseos de cambio.
Hablando del primer caso, una compañera de trabajo furiosa me dijo “Ya le iba a dar una cachetada al director pues me dijo gorda, y eso, ni a mi marido se lo permito”; en el segundo caso se manifiestan razones como, “es que yo engordo simplemente tragando rebanadas de aire”; el tercer caso se manifiesta con un encogimiento de hombros y en el último, con leve sonrisa dicen: “Si, ya voy a cuidarme la boca”.
El que, como país ocupemos el segundo lugar en obesidad solo después de los Estados Unidos (con una economía muy superior a la nuestra) obedece a múltiples factores.
Uno de ellos es la disponibilidad en múltiples puntos de venta de la comida chatarra y los refrescos con gas; si bien el fondo de esto es la preponderancia de los intereses comerciales de las transnacionales que con diversas prácticas han monopolizado el mercado y hasta en las escuelas se vende pura comida chatarra.
Otro es que las largas jornadas de trabajadoras y trabajadores limitan el ejercicio físico y determinan el abandono de los hijos en los fuertes brazos de la niñera electrónica ¿Saben quién o qué es?
Otra de las causas que favorecen el sobrepeso es el sedentarismo (Falta de ejercicio físico); con el engaño de la pretendida “comodidad”, niños y adultos nos la pasamos sentadotes frente la televisión y con el control en la mano, sin movernos.
A lo anterior se suman los malos hábitos alimenticios que con la ingesta excesiva de grasa (Cerdo en todas las fiestas como platillo principal) y calorías, ponen al organismo en una situación vulnerable que conlleva a enfermedades de tipo cardiovascular, tensión arterial, diabetes, entre otras.
La gordura implica una serie de inconvenientes, desde soportar los sobrenombres y bromas de los demás (aunque al ritmo que vamos en que el 70% de la población en México tiene sobrepeso esto tiende a disminuir) hasta no encontrar fácilmente ropa de tu talla, estar expuesto a accidentes con consecuencias negativas como fractura de huesos, no hallar acomodo para dormir y roncar escandalosamente, cansarte ante cualquier esfuerzo físico, etc.
Ante este panorama puede formularse la pregunta ¿Por qué ante tantos inconvenientes seguimos comiendo y engordando? Posiblemente parte de la respuesta está apuntada en la disponibilidad de comida chatarra, sedentarismo y malos hábitos como ya apuntamos a lo que puede agregarse la falta de responsabilidad.
Pero ya me desvié, el tema del sobrepeso, las relaciones familiares, la necesidad de independencia, la familia como núcleo inamovible, las ideas tradicionales que reproduce y otras cosas están abordadas en la cinta “Las mujeres verdaderas tienen curvas” que será proyectada por el cineclub “Oro negro” del FLS de la Sección 10 el viernes 28 de agosto a las 19 horas en el auditorio de la sucursal transportes de la Sociedad Cooperativa de Producción del Frente Liberal sindicalista, situado en la calzada de los Petroleros s/n, (a un lado de la delegación de tránsito) colonia Petrolera de Minatitlán. La entrada es libre y para todo público.
Pies de foto:
Ana y Estela son bellas.
El calor me hace sudar como cerdo.
Los padres de Ana.