viernes, 21 de agosto de 2009

Hacia la construcción del Sindicato Nacional III


Transición a un estado nacionalista

Juan Meléndez de la Cruz

El proceso de sindicalización de los trabajadores que lleva a la constitución del sindicato nacional de industria, no solo inicia con la explotación del petróleo en Veracruz, ni responde exclusivamente a las condiciones laborales, puede explicarse en el contexto de un amplio fenómeno de transición mundial en el que las estructuras y relaciones políticas, económicas y sociales pasan del marco del liberalismo económico al del intervencionismo estatal.

México se ve impactado por esa transición mundial. Acabado el movimiento armado, que se había iniciado en 1910, comenzaba una fase inicial de definición para el futuro de la nación: la reconstrucción del país pasa necesariamente por la institucionalización de los mecanismos para transmitir el poder político.

Las relaciones entre el poder político y los organismos obreros no fueron sencillas, respondieron a diversas situaciones y estrategias. En ocasiones el gobierno contó con el apoyo decidido de la fuerza obrera y ésta, a su vez, con el respaldo estatal; mientras que otras veces el enfrentamiento fue abierto. Ambas situaciones deben considerarse con cuidado porque explican los diferentes estadios por los que transcurrió la formación de los sindicatos.

Cada conflicto señala una etapa en el acomodo de las fuerzas sociales en un sistema político en formación y es por ello que la relación entre el poder político y los sindicatos no se puede explicar sólo a la luz de una lucha por el poder con base en principios de clase.

Es en un marco más amplio, en el de la definición de un proyecto nacionalista de formación de capital y de estrategias por encontrar mecanismos de distribución de ingresos entre los núcleos organizados de la clase obrera, donde se podría encontrar una explicación de las relaciones de conflicto y colaboración.

Un ejemplo fue el pacto de colaboración entre la Casa del Obrero Mundial y Venustiano Carranza, jefe del ejército constitucionalista. El pacto benefició a ambas partes, porque Carranza encontró soporte y fundamento social para iniciar el proceso de pacificación del país y los obreros puediron a pesar de su importancia relativa entre la fuerza trabajadora de México, influir en la redacción de la constitución con sus demandas. Sin embargo, el pacto fue roto cuando los anarquistas, influyentes en ese momento entre las dirigencias obreras y contrarios a la colaboración con el gobierno, pusieron en duda el modelo de acumulación que se proponía para el país.

Existen objetivos comunes, entre el gobierno y las organizaciones obreras: un marco general de protección a la industria, en el que fundamenta una política de seguridad en el empleo y la formación de empresas de alcance nacional que impulsen ala economía a través de la dotación de insumos, infraestructura productiva y de transporte; una industria cuyos trabajadores tengan conciencia de su función productiva y del modelo de nación que se pretendía, y ese era el caso de los petroleros.

El nacionalismo del movimiento obrero, se constituye en un periodo de transformación de aquel estado porfirista que favoreció la inversión extranjera sin reparar en las condiciones de vida de la población trabajadora a otro emanado de la Revolución, que transita de la inestabilidad hasta el establecimiento de un estado de tipo benefactor que organiza y consolida las fuerzas sociales como precondición para el posterior desarrollo económico y social del país.

Pies de foto:

-El petróleo pertenece a México

-Perforación, trabajando en equipo

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