viernes, 21 de agosto de 2009

Luchar contra la gordura


Juan Meléndez de la Cruz

El título “Las mujeres de verdad tienen curvas” responde a la idea de que las mujeres no tienen que ser súper delgadas. Esta cinta, la opera prima (primera película) de la realizadora colombiana -radicada en los Estados Unidos- Patricia Cardoso es una comedia con toques románticos y dramáticos trabajada con indudable eficacia, y satisfactoria para el gran público, colorida, basada en la obra de teatro del mismo nombre, con una mujer en la dirección y también con una heroína en un contexto machista y discriminatorio que incluye un tradicional y represivo entorno familiar.

"Las mujeres verdaderas tienen curvas" se centra en la odisea de Ana (descollante trabajo de América Ferrera), una brillante alumna de 18 años que lucha contra su gordura y contra los prejuicios de su madre (la gran Lupe Ontiveros), que prefiere que siga los pasos de su hermana Estela (Ingrid Oliu) en una precaria fábrica textil que trabaja en condiciones infames para las grandes tiendas de ropa antes que aceptar una ventajosa beca para continuar sus estudios en el ámbito universitario.

El largometraje de Cardoso demoró casi una década en concretarse y sólo se pudo filmar gracias al apoyo del grupo HBO, que aportó buena parte de los tres millones de dólares del presupuesto. En un principio, esta oda al esfuerzo y al talento femenino iba a ser estrenada en la televisión por cable, pero la catarata de premios cosechada en festivales como los de Sundance y San Sebastián permitió que se estrenara primero en los cines.

La directora construye la epopeya de Ana con nobles armas, apelando a situaciones creíbles (el apoyo de un profesor chicano, la iniciación sexual con un compañero de clase, los constantes desplantes de su madre o la complicidad de su querible abuelo) y a logrados toques de humor, como la escena en que las obesas trabajadoras se van quitando sus ropas -y sus inhibiciones- ante el calor insoportable de la fábrica.

Cardoso no es del todo condescendiente ni demagógica, pero por momentos resulta bastante explícita en su denuncia de los sometimientos que sufre la comunidad chicana y tampoco profundiza demasiado en las problemáticas concretas de su protagonista.

Retrato que opta por un medio tono casi permanente, "Las mujeres verdaderas tienen curvas" es, indudablemente, una historia muy humana y casi siempre disfrutable, aunque en el fondo no agregue demasiado en términos de mirada sociológica sobre las contradicciones generacionales entre aquellos que nacieron e intentan desarrollarse dentro de la sociedad estadounidense y sus padres, que siguen atrapados por las costumbres y los valores que acarrearon desde sus países de origen.

La solidez del reparto, que combina con bastante naturalidad el inglés y el castellano, y la apropiada banda sonora en la que desfilan canciones de Manu Chao, Aterciopelados, Banda Llaneros y Elíades Ochoa son otros aspectos destacables de una película que, a fuerza de emoción y sensibilidad, termina sobreponiéndose incluso a sus propias limitaciones.

La cinta “Las mujeres verdaderas tienen curvas” será proyectada por el cineclub “Oro negro” del FLS de la Sección 10 el viernes 28 de agosto a las 19 horas en el auditorio de la sucursal transportes de la Sociedad Cooperativa de Producción del Frente Liberal sindicalista, situado en la calzada de los Petroleros s/n, (a un lado de la delegación de tránsito) colonia Petrolera de Minatitlán. La entrada es libre y para todo público.

Pies de foto:

- El abuelo de Ana

- Es talla siete, no te queda

- Estela preocupada

- Estrías de este a oeste

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