domingo, 9 de mayo de 2010

Un mosaico de la vida mexicana


Un mosaico de la vida mexicana

Juan Meléndez de la Cruz

“¡Que viva México!” es una película muy visual, llena de imágenes impactantes. Podría pensarse que un ruso, como es el caso del director de la misma, Serguei Eisenstein vino a mostrarnos la riqueza de nuestro paisaje y podemos reconocerlo, pero sin dejar de señalar, como en la misma cinta se indica que para estudiar al país, entenderlo se dejó guiar por los “tres grandes del muralismo mexicano”, los pintores Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.

Concebida como un gigantesco mural animado de la vida mexicana, la película “¡Que viva México!” es un asombroso retrato de la interacción dramática entre las antiguas civilizaciones indígenas con su rica mitología, el México de la conquista española y dentro de la amalgama de todo ese pasado histórico, la modernización del siglo XX impulsada en el pueblo mexicano por la Revolución.

No hay diálogos, y una voz nos va narrando lo que estamos presenciando. Lo anterior confirma la preponderancia de las imágenes sobre el sonido.

“¡Que viva México!”, como Eisenstein lo había planeado, consistía en seis episodios interrelacionados. La relación entre ellos no es estrictamente narrativa pero esta basada en una asociación poética de ideas y conceptos visuales que hubieran estado unidos por un montaje épico. Aunque los episodios son independientes, se trata de establecer una continuidad entre cada uno de ellos tratando de unir la idea final de un episodio con el inicio del siguiente.

Las escenas se filmaron libremente durante varios meses que duraron los viajes de Eisenstein a través de México.

Hay apacibles escena pastorales a la sombra de las antiguas pirámides; representaciones del sacrificio pascual; escenas de la celebración del Día de los Muertos, grandes momentos de ironía yuxtapuestos con anhelos de vida y ansias de emancipación social mostradas en las escenas de un levantamiento en una hacienda del México central.

El lenguaje fílmico de Eisenstein combina una descripción monumental de la vida de México con la fuerza de un drama histórico. Esta visión tan inspirada, fotografiada por uno de los grandes cámarografos de su tiempo, Eduard Tissé alcanza escenas de una intensidad arquetípica.

Una de las ideas era que la historia trágica de nuestro país, puede ser contada sin actores y sin decorados, la pura realidad mexicana se basta sola para construir un gran mural.

La cinta “Que viva México” será proyectada por el cineclub “Oro negro” del FLS de la Sección 10 el viernes 19 de marzo a las 19 horas en el auditorio de la sucursal transportes de la Sociedad Cooperativa de Producción del Frente Liberal sindicalista, situado en la calzada de los Petroleros s/n, (a un lado de la delegación de tránsito) colonia Petrolera de Minatitlán. La entrada es libre y para todo público.

Pies de foto:

Chupando el maguey

Frida Khalo, Diego Rivera y Serguei Eisenstein

Hombre y dios.

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